Este experimento es ideal para aprender los colores primarios y la creación de nuevos con la mezcla de estos. También es un ejercicio estupendo para poner a prueba la paciencia del niño y que entienda que muchas cosas necesitan su tiempo para acabar sucediendo y obtener los resultados deseados.
Necesitamos....
- Tres vasos llenos de agua.
- Tres vasos vacÃos.
- Temperas o color alimenticio: rojo, azul y amarillo.
- Papel de cocina.
... y una vez lo tengas todo, ¡empezamos!
- Llenamos de agua tres vasos y en cada vaso ponemos temperas de los colores primarios: rojo, amarillo y azul. Mezclamos.
- Hacemos un cÃrculo con los vasos con agua y entre ellos ponemos vasos vacÃos. En total hacemos un cÃrculo de seis vasos.
- Doblamos el papel de cocina y los introducimos en los vasos, un lado en cada vaso. Siempre pondremos un extremo en un color primario y el otro en un vaso vacÃo.
Esta actividad, como comentábamos antes, también es una buena manera de poner a prueba la paciencia de los niños ya que deben pasar unas cuantas horas para que el lÃquido se distribuya por todos los vasos.
El agua subirá por capilaridad llenando, poco a poco, los vasos vacÃos y se mezclarán los colores primarios obteniendo asà los colores secundarios: verde, naranja y violeta.
Aquà os dejamos el vÃdeo del experimento que hemos hecho:


